martes, 31 de julio de 2012

Perdición


Si te has preguntado todo este tiempo dónde estaba, decirte que he estado exactamente en los lugares que tú nunca te habrías imaginado. Me he perdido en manos ajenas, en bellezas imperfectas, entre piernas sedientas de movimiento, envuelta en sábanas de hostales baratos, mordiendo lenguas bajo puentes viejos, esperando caricias mojadas [por la lluvia], lamiendo cuerpos a punto de derretirse, escuchando gemidos ajenos pero demasiado cercanos, entre curvas voluptuosas y espaldas atléticas, en esquinas solitarias susurrando apetitos carnales, deambulando por los burdeles de la vida, perdiéndome en la inmensidad de los sentidos...

¿Que por qué lo he hecho? Quizás por mi inconsciencia, quizás porque deseaba sentir la dureza de la soledad en mis rodillas, quizás porque era la única manera de olvidar todo el daño que me hiciste, quizás porque necesitaba sentirme libre de la dependencia de tu piel, quizás porque me duele profundamente saber que te has ido... O quizás me he perdido en la vorágine del deseo, simplemente, porque me apetecía...


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