Entre comillas

       Hay tantas cosas en la vida a las que nos referimos entre comillas, que me podría pasar una tarde entera enumerándolas. Lo curioso es que, muchas de ellas, son suposiciones que planteamos que ni tan siquiera sabemos si van a ocurrir. Nos gusta hacer con las manos el gesto de las comillas, porque detrás de él nos sentimos más seguros, como si un simple movimiento de cuatro dedos al aire, nos diera inmunidad para decir cualquier cosa, sin necesidad de filtrar antes nuestros pensamientos. Con las comillas nos escudamos, nos explicamos, nos cubrimos, nos escondemos, nos definimos... ¿Y todo para qué? Para que la verborrea incontinente de nuestra mente, tenga una justificación hacia los demás, para que todo parezca más leve de lo que realmente es, para minimizar nuestra culpa a la hora de transmitir inquietudes y malestares. 

       Y sí, cada vez que utilizo el entre comillas, me siento un poco más idiota, por no atreverme a decirlo sin adornos. ¿O será que, quizás, "esté diciendo la verdad"?

Believe

Niebla

Me gustaría ser niebla para desaparecer entre las montañas,

para engullirme pueblos, senderos, arroyos, lagos, bosques, praderas y acantilados,

para sobreponerme a tempestades y maremotos,

 para deslizarme a merced del viento, viajando por cúspides nevadas,

para salir indemne de las tormentas en mitad del Pacífico.

Me gustaría ser niebla para evaporarme cuando el miedo me acechara, 

cuando la angustia acrecentara ese sentimiento de incertidumbre constante.

Me gustaría ser niebla para estar cerca de tí sin que te dieras cuenta, 

para empañar los cristales de tu ventana y enturbiar tu mirada, 

siendo necesario que me apartaras con la yema de tus dedos para poder ver.

Me gustaría ser niebla para susurrar tu nombre en la oscuridad,

y jugando a esconderme, tuvieras que buscarme a tientas.

Me gustarías ser niebla, pero no lo soy...

Protégeme de lo que quiero

Cosas que nunca diré

Mi cabeza está llena de cosas que nunca diré, de pensamientos que nunca verán la luz, de deseos que se perderán en la oscuridad, de sentimientos que nunca saldrán de la maraña de neuronas de mi cerebro. Porque hay que saber hablar cuando hay que hacerlo y callar a tiempo. 

Porque hay palabras encadenadas en la mente que son como un ovillo de lana, y que siempre formarán parte de nuestra más íntima esencia.

Agua fría

Me gusta pensar en tí mientras deslizo mis manos en el agua fría. Entre tacto de jabón y ropa limpia distraigo mi deseo, pospongo mis ganas de acariciarte de manera prohibida. Tan sólo así puedo darme una tregua hasta volver a verte, sabiendo que en un instante te sentiré cerca, dentro, clavándome esa mirada que funde mi raciocinio.

Intelligence

Escalera

- ¿No crees que esta vez te has excedido?

- ¿Por qué? ¿Por construirte una escalera hasta la luna?

- Si. Es demasiado.

- Nunca es demasiado. Y además, ¿de qué me sirve que veas su luz, si no puedes acariciarla?

- ¿Sabes? Siempre consigues que sonría.

- Anda, ve subiendo, que nos queda mucho para llegar hasta arriba.

- Vamos allá, pero cógeme fuerte de la mano, que no quiero que al subir te caigas.

Presente

Me costó aprender que un para siempre está compuesto de multitud de ahoras. Desde entonces intento centrarme en mi ahora, que se ha vuelto mucho más intenso y luminoso. Este ahora me ha devuelto la sonrisa que un día se desvaneció, me ha regalado esa ilusión que parecía que se alejaba. Este ahora me hace sentir viva, me hace vibrar, me hace bajar la guardia por el mañana, regalándome la agridulce sensación de saber que el para siempre, es tan sólo una suma de la felicidad del día a día.
Porque somos mortales, y sólo por eso, el para siempre ya pierde su significado. Porque el para siempre es ayer, hoy, lo vivido, nuestros recuerdos, nuestros anhelos. Porque la vida condensa toda su fuerza en este instante, que es el que podemos disfrutar, porque los ahoras y los momentos en los que somos felices, son los que realmente nos llevarán a la eternidad.

Ocean

Burning love



No hace falta que me digas nada, tan sólo mírame fijamente a los ojos y prenderé como una llama incandescente...

Tiempo

                                                                                  Gustav Klimt

"Dicen que cuando conoces el amor de tu vida, el tiempo se detiene. Y es verdad."

Big Fish 

Mesalina

Estoy cansada, de todo y de nada. Lo único que quiero es desahogarme en ti, perderme en tu sonrisa, en tu pelo, entre tus brazos, sobre tu piel, bajo tu hombro, en tu olor, en tus caricias, en tus ganas, entre tus piernas y sobre ellas. Necesito que me abraces, que enturbies mi mirada, que rasgues mis entrañas para sentirme viva, que me arañes mientras me destrozas la boca, que me lamas untando mi piel con tu deseo, que me hagas perder la cabeza con un ritmo salvaje, que me hagas sentir princesa, fulana, exiliada, cortesana, inocente, meretriz, que seas mi mescalina, mi alucinógeno, la materia que mueve mi interior, mi exterior, mis pensamientos más oscuros, mis ansias más obscenas...

Quiero que me bebas entera, apurando hasta el último sorbo. Sólo así me sentiré completa…



Y entonces...

Hay noches en las que sueño en colores, en ríos y valles, en nubes sobre el cielo azul, en mares turquesa, en bosques inhóspitos, en tierra mojada, en hojas secas, en murmullos que se alejan, en nieve blanca y fría, en aguas cálidas llenas de peces de colores, en pequeños insectos que se esconden para sobrevivir, en recodos de riachuelos de corrientes cristalinas, en arena fina y blanca de una playa desierta, en aroma de dama de noche…

Y entonces despierto y te veo a mi lado durmiendo plácidamente.

Y entonces sé que no fue un sueño.

Conciencia...

- Si pudieras pedir ahora mismo un deseo, ¿qué pedirías?

- ¿Yo? Sin duda, irme a dormir cada noche con la conciencia tranquila.

- Me gusta.