Me gustaría ser niebla para desaparecer entre las montañas,
para engullirme pueblos, senderos, arroyos, lagos, bosques, praderas y acantilados,
para sobreponerme a tempestades y maremotos,
para deslizarme a merced del viento, viajando por cúspides nevadas,
para salir indemne de las tormentas en mitad del Pacífico.
Me gustaría ser niebla para evaporarme cuando el miedo me acechara,
cuando la angustia acrecentara ese sentimiento de incertidumbre constante.
Me gustaría ser niebla para estar cerca de tí sin que te dieras cuenta,
para empañar los cristales de tu ventana y enturbiar tu mirada,
siendo necesario que me apartaras con la yema de tus dedos para poder ver.
Me gustaría ser niebla para susurrar tu nombre en la oscuridad,
y jugando a esconderme, tuvieras que buscarme a tientas.
Me gustarías ser niebla, pero no lo soy...
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