- ¿Cuándo fue que empezaste a dejar de amarla?
- Justo el día en que ella dejó de valorar las cosas que yo hacía para que se sintiera amada.
Silencio.
Y miró como el cigarrillo se consumía entre sus dedos. Y siguió el movimiento serpenteante del humo cuando caía la ceniza. Y pensó en todo lo que había hecho hasta entonces, y sonrió, porque no se arrepentía de nada, porque sabía que llegaría el momento en que cada palabra y cada acción se convertirían en recuerdos, de esos que te llenan el alma.
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