jueves, 3 de mayo de 2012

Juicio


- ¿Tiene usted algo más que alegar en su defensa?
- Si, señor Juez, que no fue nada premeditado, simplemente un juego que se nos fue de las manos. Me pidió que me vistiera como una meretriz, con ligueros rojos, medias de encaje, zapatos de tacón de aguja y vestino negro de escote vertiginoso. Y yo le hice caso, porque el deseo que tenía dentro era tan grande como mi amor hacia él.
- Muy bien, continúe.
- Me empezó a desnudar con la mirada. Mientras su boca se hundía en mi escote, sus manos se deslizaban suavemente por mis piernas temblorosas y las yemas de sus dedos jugueteaban con el liguero. Noté su aliento entrecortado y supe que ya no había vuelta atrás, que la pasión descontrolada de nuestras lenguas estallaría en cualquier momento. Fue entonces cuando las mentes se evadieron del mundo y nuestros cuerpos calientes y húmedos comenzaron a rodar sin sentido sobre la alfombra. Yo no lo ví, pero el borde puntiagudo de la chimenea estaba más cerca de lo que parecía.
- ¿Está usted diciendo que todo ocurrió porque se dio un golpe en la cabeza con la esquina de la chimenea?
- Si, Señoría.
- ¿Y que justifica el estado de excitación en el que, según usted, estaban viviendo, como el causante de la muerte de su amante?
- Si, Señoría. 
- Bien. Oídas todas las partes, sólo me queda hacerle una pregunta, ¿cómo se declara la acusada?
- Culpable.
Y de repente, silencio en la sala.
Y durante todo el tiempo que duró el interrogatorio, el Juez no pudo dejar de mirar el escote de la acusada, intentaba fijar su atención en sus ojos verdes, pero era imposible. Y entonces se dio cuenta que era demasiado tarde. No le quedaba otra opción que declararla inocente justo en el momento en que ella se declaró culpable, porque no podía contradecir lo que su pantalón le dictaba. Razón y pasión, todo en una mujer, todo en la acusada del escote de vértigo. El Juez nunca olvidaría esa mañana lluviosa de abril, la mañana en que perdió la cabeza, el decoro y su reputación por una falda demasiado corta y por un deseo incontrolable.


 

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