Búscate a alguien que te abarque al abrazarte, y que lo haga con tal fuerza, que se te salgan las tripas por la boca.
Búscate a alguien que te bese en los semáforos y no tenga miedo a lanzarse contigo bajo las ruedas de un camión (figuradamente).
Búscate a alguien que te cubra dulcemente con una sábana cuando te quedes dormida y que le tenga envidia al sueño por no dejarte ver quién eres cuando cierras los ojos (de manera literal).
No busques que te inviten a copas, que te paseen en coche, que te hagan regalos, que te follen medio bien y que te digan cosas bonitas.
Eso puede hacerlo cualquiera.
Búscate a alguien que te bese en los semáforos y no tenga miedo a lanzarse contigo bajo las ruedas de un camión (figuradamente).
Búscate a alguien que te cubra dulcemente con una sábana cuando te quedes dormida y que le tenga envidia al sueño por no dejarte ver quién eres cuando cierras los ojos (de manera literal).
No busques que te inviten a copas, que te paseen en coche, que te hagan regalos, que te follen medio bien y que te digan cosas bonitas.
Eso puede hacerlo cualquiera.
Ana Elena Pena
No hay comentarios:
Publicar un comentario